Himalaya es una pieza que hace volar la imaginación gracias a la armonización de múltiples elementos como un buen guión, una estética precisa y grandes interpretaciones que producen lo que experimentamos como piel de gallina.
A través de la simpleza y los elementos justos, se logra generar en una humilde sala teatral porteña, una sensación de estar en Asia, donde las reducidas dimensiones del escenario no son una dificultad.
Con respecto a la escenografía, es para destacar el dinamismo con el que se modifica la misma con el correr de la obra. A partir de un todo se va desmantelando, incluso incorporando al elenco como parte de ella. Un gran mérito para el escenógrafo ya que es difícil lograr una modificación sin cortar con el hilo conductor de la historia narrada. El aprovechamiento del escenario en toda su dimensión genera una profundidad que permite por momentos la aparición de todo el elenco en escena.
En cuanto a la iluminación, se juega mucho con el dualismo de las temperaturas y los estados de ánimo. Es un complemento necesario y eficaz, ya que a través de la simpleza, como puede ser una luz cálida, sumada a una buena interpretación en el momento justo, arroja resultados convincentes y generadores de emoción en el espectador.
Por último es para destacar la capacidad del guión para entregarnos momentos de comicidad pero también abordando temas sensibles como la violencia hacia la mujer, lo cual nos dejan pensando lo instalado que está la diferencia de género.
Se percibe la dedicación y la evolución de esta pieza teatral en su segunda temporada que, tiene en la sala Ladran Sancho, un lugar físico perfecto para llevarla a cabo.
Otro punto para detenerse y resaltar es la estética fría, plateada, húmeda, digna de la idea solitaria que se plantea. No sé si es porque el día de la función hacía frio, pero la magia que se produce transporta al espectador a la montaña, lo cual es un gran mérito para el equipo.
Ficha técnica
Himalaya / Dirección y dramaturgia: Juan Seré /
Intérpretes: Pablo Bronstein, Gastón Filgueira Oria, Manuel Iglesia, Marcos Krivocapich, Nicolás Levin, Francisco Ortíz, María Belén Ribelli, Eloy Rodríguez Tale, Carolina Stegmayer, Jennifer Sztamfater, Luis Tenewicki y María Agustina Trimarco /
Músico: Eloy Vicario Malich /
Vestuario: Bruno Chávez Couture /
Escenografía: Federico Dirrheimer y Juan Fiori /
Iluminación: Fidel Semería /
Música original: Ismael Pinkler y Eloy Vicario Malich /
Sala: Ladran Sancho, Guardia Vieja 3811 /
Funciones: domingos, a las 18 /Nicolás Rodríguez
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